martes, 4 de junio de 2013

Dimitri por el mundo. Kedada Zona Zero 2013: Día 1


Tras una noche un poco bastante movida, entre uno que no se acuesta, otro roncando, otro con el cachondeo dándome con la almohada, servidora gritando... Este extremo no está confirmado, Guti lanzó la acusación sobre mi que grité "Noooooooo!!! Maricón!" Esto puede llegar a interpretarse de multitud de maneras, y seguramente ninguna buena.

Toque de diana y a desayunar, a continuación nos pertrechamos con todo el equipamiento. El día se ha levantado nublado y amenaza lluvia inminente, en el camel hay que meterlo todo todito todo, que si wintex, chubasquero, rodilleras, etc, etc. Resultado, un mule que parece un extintor, o en mi caso, como es naranjita, una bombona de butano. Para colmo, llegan Perico y Chema con el pan para el bocata, me da a mi que no me cabe, no tengo ni un mm^3 de capacidad libre. Volvemos a abrir el camel, y a falta de "flim" de liar la comida, siempre es bueno un wintex. Ahora si que si, ya está todo, toca sacar la bici del sótano, tarea que parece que no pero tiene su miga.
Una vez todos listos tiramos para la plaza del pueblo donde nos espera un desayuno cortesía de la organización. Ya empieza a hacer frío si se está quieto, así que comenzamos la ruta.
Bajamos por el pueblo a través de una serie de escaleras con muy mala leche para hacerlas con la tija arriba. Como soy pobre, no tengo tija pija, solo tengo tija choni, así que tengo que hacer los ajustes necesarios antes de iniciar la bajada, nota mental, mañana bajar la tija en el pueblo.
Tras el reagrupamiento enfilamos la ruta hacia el Morcat, donde nos espera un fabuloso avituallamiento. Empezamos la subida por carretera, para abandonarla al cabo de unos 4 km y comenzar a subir por un sendero técnico muy divertido. Después de unos kilómetros de sendero ocurre el primer percance, el cambio de Álvaro Páter dice basta, teniéndolo que apañar con un cambio de 9V de carretera, por lo que se le quedaba un poco corto para llegar a ciertas coronas necesarias para sobrevivir en este bendito infierno.
Una vez solventada la avería continuamos nuestro camino y llegamos a una bajada bastante divertida en el final de la cual se empezaba a atisbar lo que se nos venía encima.


Llegamos a un leve llano en el que de repente la bici deja de andar, toda atorada de barro. Toca tirar de la técnica del palito y alfarería de la buena. En estas que Jesús ktm parte la cadena, unos reparan mientras otros se afanan por dejar libre el paso de rueda de sus monturas. Estamos en este breve descanso cuando llegan unos compañeros de Kedada y nos dicen que pasan de subir, que eso es imposible de subir, que hay barro por todos lado. Los compañeros tiene mucho arte con la alfarería y nos deleitan con retratos y creaciones fálicas de las más variopintas formas y dimensiones, si es que no puede ser, es sabido por todos que los hombres jamás alcanzamos más allá de los 16 años mentales, ¡y gracias a dios!
Tras varios minutos del camello tira pa'lante, el camello tira pa'trás, decidimos tirar para delante, por lo visto son solo 300 m de porteo, lo demás está ciclable... ¡¡¡los COJONES!!! Raúl dice que para barro los ceniceros y que nos abandona.
En estas lides comienza nuestro propio vía crucis. La bici era impensable dejarla rodar, a poco que se ponía en el suelo se montaba una bola de barro increible, y portearla se hacía cuanto menos doloroso. Mi jaco, que anda sobre los 18 kg, ya molesta portearlo en vacío, con 10 kg de barro es un infierno.
Poco a poco llegamos a los 300 m y... maldición, no se acaba el porteo, de 300 m pasamos ha hacer 3 km con la burra acuestas, pero íbamos a llegar al Morcat cueste lo que cueste. Ya no sabemos como ponernos la bici, no sabes si es mejor llevarla "en brazos" o "Jesús Cristo style". Poco a poco me voy quedando sin fuerzas, y de repente veo que Nacho ha roto el cambio; me paro a echarle una mano, no por ayudar, sino por descansar. 
Arreglado el desaguisado seguimos con nuestra vía dolorosa, yo solo hecho en falta un romano dándonos de latigazos en la espalda. Alcanzo a Perico, le grito a voz viva ¡¡¡ÉPICO!!! Si, si, épico, pero ya empieza a molestar. Coronamos la subida y llegamos al Morcat, un precioso pueblo abandonado, increible. Avituallamiento en abundancia y limpieza de bicicleta para afrontar la bajada al Coño del Mundo. A mi todavía no me riega el "celebro" y en un acto grandioso, les pongo la carpa del avituallamiento a los compañeros de la organización con un proyectado de barro la mar de mono, lo siento compañeros, no estaba en condiciones de razonar.
Fotito de rigor para los 50 valientes que hemos coronado este infierno y hacia abajo. La bajada es muy divertida, se suceden piedrecita mojada, con tramos de bastante desnivel y curveo fino, veo que me va gustando el concepto. Llegamos a la reunión para bajar al Coño del Mundo, y en el momento descabalgue me meto una talega fina, como siempre, yo soy así, puedo hacer lo peor del mundo montado en la bici, pero me voy a bajar y meto una talega para estar lesionado 3 meses. Con la tontada me he hecho daño en una muñeca, pero soy ruso, y esto no me va a amilanar... ¡¡¡mamaaaaa!!!
Bajamos a ver el Coño del Mundo, que es un fantástico salto de agua o cascada, simplemente increible. Fotos de grupo y de nuevo hacia arriba para coger el burraco. A  partir de aquí mis recuerdos están cada vez más difusos (espero recordar sitios y bajadas con las fantásticas crónicas de Alvarito), intuia la petada, bajadita por aquí, empujin por allí, más bajada, mucho empujin... En estas que estoy tieso y escucho a mi fiel compañero Perico llamándome, me cago en to ¡¡¡este tio me acaba de dar la vida!!! Decidimos "pinchar" y bajar a nuestro ritmo, osease, haciendo croquetas, yo me salvo, pero en este punto Perico las amasa a dos manos, la verdad es que el terreno estaba tierno, y los "Javi Yuisi" que lleva por frenos no ayudan.
Llegamos al reagrupamiento pensando que eramos los últimos, y no, otro grupeto se había perdido y estaban por detrás. No dicen que van a subir hacia Guaso para bajar yonoseque bajada. Llegados a este punto, Perico y servidor decidimos amotinarnos y huir como ratas por la carretera que une Boltaña y Ainsa.


En nuestra huida nos topamos con una gasolinera con lavadero a presión, hacemos pit stop, y de damos duro al barro a apenas 0.5 cm de distancia de las partes móviles. Antes de lavarlas, el señor de la gasolinera, nos instó de una manera muy amable a cambiarnos de lavadero ("¡Ponerse en el otro, que este lo acabo de limpiar y me lo vais a dejar hecho una mierda"), ante tanta amabilidad no nos quedó otra que cambiarnos de lavadero y dejarnos 4 lerus en lavar 2 tristes bicicletas, ni mierda que tenían las condenadas.

Tras el lavado decidimos hacer picnic mientras se secan algo las monturas, e ingerimos unos ricos bocadillos, el mio sazonado con un poco de suavizante Flor, riquiiiisimo.
Una vez recuperados, duchados y comidos llega la noticia de que mañana nos vamos a pegar un rutón de escandalo, que lo mismo nieva, que mucho frio... Yo la verdad es que estoy molío de la ruta de hoy, no quiero ni pensar como voy a estar mañana, así que vemos si podemos hacer un plan B y hacer una ruta un poco más light, Bajopeñas (según Robe, Peñasbajas) o algo así. Mañana se verá...

Os dejo con este vídeo, por eso, porque somos masocas.