domingo, 14 de diciembre de 2014

Dimitri por el mundo: Aracena 2014- Pedaleando bajo la lluvia



Se planteaba una de las salidas características de todos los años, la visita a Aracena. Aunque es una salida que se hace todos los años, por h o por b, nunca he podido asistir, y como no, este año no iba a ser una excepción, Ojete y servidor teniamos turno ese día, así que nos quedaríamos en casa a no ser que... diluviara, así que ojete y yo nos tiramos una semana invocando al dios de la lluvia para que cayera la del manso en tierras onubenses, y curiosamente somos gratificados con un golpe de suerte, en Aracena está lloviendo el día D, así que se suspende hasta la semana siguiente, por tanto tenía toda una semana para purgar el freno trase y probarlo a fondo, ya que me estaba dando bastante dolores de cabeza.
Pues efectivamente, pasa la semana, y purgo el freno a las 5 de la tarde del día anterior a la gala, sin tiempo de probarlo ni nada, ahí voy, a porta gayola, como los valientes, así que llega la noche anterior, y la cosa se complica, tengo un evento social, cosas de ser famoso, así que mi entrada en cama se retrasa hasta las 3 de la mañana, a las 6 hay que estar en el punto de recogida, menos mal que me lo dejé todo listo para salir rápido... o no.
¡¡¡Madre mia del amor hermoso!!! ¡¡¡Por Iósif Stalin, que temprano que es!!! Más sueño que una cesta de gatitos al lado de una estufa. Empaqueto todo mi equipaje, y estimo que voy con sobrepeso, así que decido sacrificar algo, las zapatillas sin calas, esa es mi elección EEEEEEEEERROOOOR, como se verá más adelante.
Para una vez en mi vida, estoy puntual en el punto de extracción, a lo lejos veo como se acerca el transporte, saludo a Víctor, y me pongo a desmontar mi burraco, perdón, mi Crocky, no es sovietica, pero es más dura que un AK-47, y en ese momento de insertar mi bici llega Francis con otro burraco, empaquetamos y directos a Aracena. Durante el trayecto intento dormir algo, pero creo que a Francis no le parece buena idea, y boicotea mis intentonas. A todo esto toca hacer una parada y desayunar, con PepeHill, Rofra, Deivid, Cabrera Páter y Ojete, por cierto Francis, te debo una tostá. Una vez desayunados reemprendemos la marcha y nos reunimos con el Naranjitos Factory Team, con el Páter, Obi, NNKK, Pablo y Chema como representantes.

Una vez reunidos todos, bicis montadas, y mil preparativos más toca emprender la marcha, como no, para arriba, foto de grupo en un llanete y tirando otra vez para arriba que cada vez se empina más y más, y aparecen más y más piedras. Tras realizar esta subida nos volvemos a reagrupar y tiramos para abajo por una pista, parece que el freno va con flow. Vamos bajando y de repente el Páter advierte mi presencia, en lo que se ve que no le hace mucha gracia que le pase, así que saca una pierna y me arrincona contra un arbusto, al estilo Schumacher con Massa. Esta maniobra será estudiada después de la carrera.
Después de que unos pocos se equivocaran, y tiraran por el camino que no era, por fin llegamos a la primera bajada del día. Era un senderito lleno de piedra jabonosa, que escurría tela marinera, así que a tirar del freno trasero toca, pues justo en el primer intento, zasca, ya no existe el freno trasero, vaya troll de freno que tengo, me paro y le doy más recorrido a la maneta, nada, esto va como una castaña. Bajo como puedo, con mucho miedo, pero es lo que hay, se ve que el freno trasero se ha vuelto independentista, y que ya no quiere pertenecer a esta ruta. Ya hemos terminado la bajada de las narices, no he disfrutado nada de nada, y nos toca subir a Cortelazor, un pueblo pequeñito donde decidimos hacer una parada, la cual aprovecho para quemar mi último cartucho con el freno, y decido hacer un cambio rápido de pastillas, a ver si con eso mejora algo.
Mecánica terminada, y estos mamones desayunaditos otra vez, yo no he tenido tiempo de probar bocado, así que me jodo y seguimos con la ruta. Justo en este punto, el cielo se torna oscuro, y empieza a caer unas inocentes gotas, comienzan las dudas en el pelotón y nos miramos unos a otros y de repente PepeHill ha pinchado, pues a reparar toca, ahora soy yo el que va a comer.Una vez apañado el pinchazo continuamos con la ruta, y justo al salir del pueblecito comienza a llover y comienzan las dudas, chubasquero si, chubasquero no... "¿Qué somos?¿Bomberos o parcelistas? (Chema dixit). Continuamos por carreteras hasta la segunda bajada del día. 

Ya no llueve, pero tiene pinta de que la bajada va a resbalijar de lo lindo, así que tiro detrás de Deivid, y a mi zaga va Pablo. Se espera una bajada de lo más emocionante pero Deivid decide que es piloto de seco, y va con más miedo que once viejas, y a poco que ve una piedra brillar tira de freno mano, la verdad es que la cosa está para no tontear mucho, pero que poco que dura lo bueno, ya se acabó, ahora toca un pechugazo de la ostia. Justo en un descansillo de esta subida nos reagrupamos, y Obi requiere de mis servicios como técnico, se ve que ha tenido un pequeño encontronazo con el lado oscuro y ha jodio un radio y tiene 3 más flojos, así que arreglamos y seguimos con lo nuestro, que es dar pedales, bueno, lo nuestro es estar sentaditos en la terraza de un bar, en esto de los pedales no es que destaquemos, para que nos vamos a engañar. Pues volvemos a subir y bajamos por una pista que dejamos a mano izquierda para dar a un sendero bastante empinado, corto y divertido. Entran Chema y Francis, al pelotón entramos Ojete y servidor, veo que oje me adelanta, no me voy a dejar, suleto frenos, le piso el pie a Francis que está torpeando porque ojo, noticia sobrecogedora, el rey de los KOMs de Pedroches está torpeando. ¡¡¡¡Goooooooooooooooool en las Gaunas!!!! Chema está poniendo los piececitos. Después de ver esto me da igual quedarme atrapado detrás de el, acabo de ser testigo de uno de los momentos que harán historia, algo similar a la caida del muro de Berlín, pero a lo que el enduro respecta.

Ya hemos llegado a Galaroza (como ayuda el puñetero GPS a recordar los nombres de los lugares), y nos disponemos a realizar otro pit para avituallarnos. Entre jijis y jajas en la plaza del pueblo somos testigos como el coche de un desprevenido turista colisiona con la flagoneta de un lugareño, nada, cositas que nos hacen pasar el rato la mar de entretenido, así que tras la culpa es tuya, no no, la culpa es tuya y el desenfundar de los partes de accidente continuamos con la aventura. 
Salimos del pueblo y unos cuantos nos escapamos del grupo, ya que Francis, PepeHill y Rofra todavía siguen comiendo, y como están más fuertes que que el vinagre, nos pillarán más adelante, así que vamos subiendo poco a poco por una calle con adoquines bastante resbaladizos, veo que Elian patina y se queda, el Niñato y Ojete idem. Este es el momento de quedar por encima de ellos, y restregarle a Elian que la Crossmark agarra, lo único que hay que ser es un piloto fino, como lo soy yo. A diferencia de crónicas anteriores donde fracasaba estrepitosamente en el intento, esta vez consigo el objetivo. ¡¡¡Chúpate esa camino de adoquines!!!
Seguimos subiendo y nos reagrupamos en Castaño del Robledo, justo esperando a todo el grupo empieza a llover de nuevo, decidimos ponernos el chubasquero. De nuevo se rompe el grupo y mientras unos tiran por el sendero, nosotros tiramos por la carretera, para luego incorporarnos de nuevo a una pista. Ya no llueve, ya diluvia, y a las palabras de Víctor "pero si ya no va a llover más" el tiempo decide que sí, que puede llover más, y que además pueden caer rayos y truenos enormes, en uno de esos Víctor y servidor, nos quedamos cegados por el destello de uno de esos rayos que parecía que venía a por nosotros. No se Víctor, pero yo estuve a punto de teñir de marrón mi cullote, que sustro más grande.
En mitad del diluvio comenzamos la penultima bajada, que se covierte en puro espectáculo y fantasía. Entre que no se veía, y que el suelo aparentaba que resbalijaba de lo lindo, la bajada se torna la mar de divertida. Al final de la bajada nos llegamos a la Ermita de la Reina de los Ángeles, foto de rigor que nos hace un peregrino y de nuevo a subir en mitad del diluvio. Ascendemos por la carretera durante unos minutillos, en los cuales se nos une un mastín blanco que o le gusta mucho el ciclismo, o tiene una clara tendencia suicida, ya que se ve que le gustan las emociones fuertes e invade el carril contrario una y otra vez. ¡¡¡Vamos a por la última del día!!! Nos tiramos para abajo y esta si que es divertida, a mi espalda va David, y a lo lejos veo a Pablo, lo adelanto en un punto un poco crítico pero mooooola, curvita, pedrolo, saltito y... ¡¡¡Zas, patilla de cambio a tomar por el culo!!! Joder, cuando mejor me lo estaba pasando va y se parte la puta patilla, pues nada, otra de mecánica. Saco el cambio de la rueda, lo enderezo como puedo (lo dejé de lujo, todavía sigue puesto y cambia con precisión suiza) y por suerte llevo una patilla de repuesto. Vuelta a montar en la burra y para el coche.
Una vez en el coche, empezamos a desmontar cambiarnos y aunque esté calado hasta los huesos, con frio, sin zapatillas de repuesto y tener que tirarme todo el viaje de vuelta con los pies chorreando, no puedo desdibujar de la cara esa sonrisa que tienes cuando te lo has pasado como un enano, aunque haya llovido a mares y aunque la salida te haya costado 50 euros en piezas nuevas. No hay nada como pasar un día épico con la mejor compañía posible. THIS IS ENDURO!!!



Nota: foto grupal by PepeHill





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