jueves, 28 de noviembre de 2013

Dimitri por el mundo: Excursión a tierras soviéticas, me siento como en casa.


Como una señal del destino se presentaba mi asistencia a esta cita, una compañera del trabajo me pidió que si le podía hacer un turno y que ella me lo devolvía el sábado, cosa que acepte sin darme cuenta a lo que esa decisión me conllevaría. Al meterme uno de estos días de tonteo por los dominios de la world wide web, veo que se ha montado un tinglao guapo guapo y encima ¡¡¡coincide con mi descanso!!! Pues me apunto, y así lo hice. Conforme van pasando los días, el churro se va alargando y alargando hasta que por fin llega el día D en el que desembarcaremos en Zagrilla.

Mi compañero de viaje será Perico, bueno, más bien yo seré compañero suyo, hoy le toca conducir. Perico es viejo conocido en esto de las excursiones, os recuerdo que fue compañero de excursión, junto con Francis, de aquella mítica expedición al paraíso, digo a Ainsa, a mediados de mayo.
El día anterior se me hacía un poco tarde con esto de la reuniones laborales, así que las cosas como que no estaban todo lo preparadas que debería. Suena el despertador y vamos a meterlo todo en el camel, un poco más y tengo que pisarlo para que cierre, con la bulla, se me pasó un aspecto vital de la ruta, el bocata, cosa que pagaría con creces.

Es hora de partir, cojo mi mochila y me dispongo a ir a casa de Perico, y en un alarde de inteligencia elijo el camino más largo, el cual yo estimaba que en 10 minutos estaba allí de sobra, pues no, ahí me tienes, a las 7:45 de la mañana, con más frío que un perro chico y convirtiendo mis 10 minutos en 20, como se nota que es mi especialidad eso de calcular tiempos y distancia. Desmonta la rueda, mete los avios en el coche y tirando para Zagrilla, el viaje transcurre con una gran celeridad, ya que no tiene nada que ver 1 hora escasa contra 17 horas de viaje de Ainsa.

Tras el viaje montamos los jierros, desayunamos y nos ponemos en marcha en lo que va a ser un día memorable. El grupo enfila su camino hacia el Navazuelo, primero por una zona bastante asequible, incluso con alguna que otra bajadita, hasta que dejamos la carretera y nos adentramos en la pista que nos da acceso al Navazuelo. La pista, es bastante durilla para arrear el jaco de 18 kg, y poco a poco se me va atragantando, entre el peso, y el continuo vaivén, modo mecedora on, se me está atragantando el puertecito. Mis compañeros de subida son dos grandes camaradas de pedales, el gran Francis y el puto amo del CNC el gran Marce. Entre charlas sobre cámaras de fotografía, tripodes, tornos de 3 ejes y tornos de 5 ejes llegamos al final del puerto, donde hace un frío del carajo, están todos los componentes de la expedición modo pingüino, todos juntitos para no perder calor en demasía, suelto la bici en el suelo y me uno a ellos, no está la cosa para perder calor así a lo tonto, si si, ya se que soy ruso, pero en mis años viviendo en la ciudad del calufato me he acostumbrado demasiado bien a las altas temperaturas, y ahora lo paso peor con el frío que mi antigua Renault Exprees.

Una vez reconstituido el grueso del grupo procedemos ha realizarnos la foto grupal en en la fuente del Cortijo del Navazuelo, foto hecha y las cabras otra vez en movimiento. Tras un rato de pedaleo por un campo de minas, plagado de estiércol por todos lado damos a lo que iba a ser la primera toma de contacto con las bajadas. Esta bajada era una bajada corta y sinuosa, bastante divertida, pero en la que me dí cuenta en apenas 10 segundos que el terreno no estaba para muchas tonterías, no tenía nada de grip, y como te pasaras con la aceleración... adiós buenas, recto que te crió, nos reagrupamos y seguimos buscando el curso del Río Bailón.

Ya estamos prestos y dispuestos para realizar la bajada del Bailón, esta, está constituida por un tramo con mucha piedra que desliza que no veas con el agua y el barrillo acumulado en las ruedas, por aquí daba igual por donde intentaras ir, la bici iba a ir por donde ella quisiera, bueno, esa sensación no es desconocida para mi, siempre va por donde ella quiere, no por donde yo le diga, y es que la chica es un poco cabezona, y yo la verdad es que no me atrevo a contradecirla porque tiene mucho carácter. Una vez terminamos esta zona resbalijosa hacemos un mini reagrupamiento y le tiramos a la última parte, la parte más famosa. En esta parte del trazado, el grip es mucho más agradecido, estos ñolos si que agarran, la parte más peliaguda son unas cuantas "Z's". Siempre pienso lo mismo ¿por qué le llamamos a eso Z? entiendo curva de 180º  etc, etc, pero Z... bueno, dejémoslo que esto es más bien un tema reservado para los eruditos bikers, esto y otro tema mucho más interesante que nos adentra en el mundo de la metafísica ¿qué es una trialera?

Tras este breve inciso, continúo con la redacción de los hechos que tuvieron lugar el citado día. Pues eso, estaba yo disfrutando de la bajada, que si Z para aquí, que si Z para allá, cuando de repente aparece un Animal salvaje por el interior de la curva, tocándome y tirándome a los escombros del fondo del Río Bailón. Como luego dicen que todo es mentira y que soy yo que soy muy torpa, bueno, eso también es verdad, queda todo registrado en un documento gráfico en la que no cabe duda del culpable del lance. A partir de hoy salgo todos los días con la camarita enchufada, a modo de mis compatriotas, que llevan la suya en el salpicadero del coche. Los hechos fueron expuestos ante el el Conde-Duque de Priego, pero Animal se libró de sanción alguna, ni una amonestación, vamos una actuación vergonzosa e indignante por parte de dirección de carrera.


Una vez recompuesto mi maltrecho cuerpo de tan tremenda caída, pusimos rumbo hacia el precioso pueblo de Zuheros, en el que haríamos una breve parada donde avituallarnos un poquito y de nuevo en lo alto de la burra. Ya llevábamos un retraso considerable, así que dirección de carrera decide abortar un tramo de la ruta y le tiramos por la carretera que lleva a Cueva de los Murciélagos. Eso está empinado de la hostia, y con mi Croky se hace penoso el avanzar, los neumáticos de 2.5 y el peso del conjunto bici-meloncillo que se cree biker me está pasando factura, ya llevo un rato pensando solo en huevos fritos, y aquí es donde empiezo a echar en falta mi bocata, que se quedó como decoración de la encimera de granito de la casa de la mama. 

Por fin llega el fin del puerto, me pongo ropita seca y reagrupamos, en este caso me uno a la cola del pelotón junto a todos los NFT y Elian, poquito a poco vamos pedaleando y entre pego de uno y chascarrillo del otro se nos va pasando el tiempo volao, hubo un momento de tensión, en el que nos atravesaron un tractor en mitad del camino, camino privado creo, fallo nuestro, pero el entuerto se solucionó sin mayores problemas con la buena voluntad del tractorista. 
Llega el turno de la última bajada, una bajada que discurre por un sendero bastante cerrado, superdivertido y ratonero, con algún tramo de de piedra bastante técnico. Esta bajada la hago detrás de Álvaro Páter, no me veas como baja el tio, a estas alturas ya estoy frito de papeles, y frenar se convierte en un acto de fe. En el último tramo de la bajada me acompaña la Awela hasta la misma puerta del bar.

Ya solo queda disfrutar de una comida repleta de gañanes en la que existió más de un rifirrafe a la hora de repartir alguna que otra morcilla.



Solo queda agradecer a Rafa y a todo el club de Albayatemanía, por la buena dirección de ruta y la organización de la misma, 10. Y a todos los gañanes lomeros y naranjitos por la buena compañía y el buen rollo que hubo durante todo el día. Como siempre, la visita a las Sovieticas no defrauda, esperemos que dentro de poco volvamos a disfrutar de estas tierras.

Os dejo con el enlace a la galería, esta vez un poquito más escasa que de costumbre:

Excursión a las Sovieticas

lunes, 18 de noviembre de 2013

Dimitri por el mundo: Ascensión a la Maroma (Killing me sloftly)

- Dimitri: Tullido ¿cómo tienes la semana? Yo es que tengo vacaciones, podríamos hacer algo improvisado.
-Tullido: Me parece bien, yo también la tengo libre.
-D: ¿Vamos a Andújar de tranqui?
-T: Pffff ¿Vamos a la Maroma?
-D: Ehhhhhhh vale.



Y así se planifica una ruta, 3 días más tarde, sin haber hablado de ello en esos 3 días, quedamos en la puerta de mi casa para meter las bicis en el Picachu y tirarle para la Maroma. a partir de ahora también conocida como la Marmota.
Yo el día de antes, había estado en la 2ª Subida Vertical a La Tiñosa, naaa poca cosa, unos 20.5 km y unos 1000 m de desnivel que había hecho con mis hermanos de los Carakoles Running, corriendo y disfrutando del monte (si, también corro, los rusos hacemos de to, desde pilotar tanques, hasta tirarnos desde una 4ª planta a la nieve). Así a bote pronto no eran las condiciones más optimas para afrontar el reto. Pues eso, 8 AM, tampoco es necesario madrugar en exceso, desmontaje de los jamelgos y para La Maroma.
El viaje transcurre con normalidad hasta que Tullido se alarma por el continuo vibra del Picachu en cada frenada, así que se empieza a asustar, yo le digo que es normal, y el me insiste en que no, que si, que no, que si, que no... Total, que tiene una idea maravillosa "¿y si es tema del ABS que entra cuando no debe?".
No me parece idea tan descabellada, así que nos orillamos en la carretera A-341 y nos disponemos a quitar el fusible del ABS ¿por qué no? Una vez realizado esto, seguimos con el camino, y comprobamos que no hemos hecho nada, el Picachu va igual, y ahora pita de lo lindo por haberle quitado el fusible, así que vuelta a orillarse y a poner el fusible y seguir con nuestro camino.
En mitad del camino, Tullido me comunica que no ha desayunado, yo tampoco, eso no se puede permitir, además el poretico no ha echado ni mirinda a la taleguilla, me cago en to, con lo bien organizado y atado que lo llevábamos todo.
A la entrada de Zafarraya nos paramos en un carismático a la vez que pintoresco establecimiento, un lugar de los que nos gusta estar a Tullido y a mi. Pedimos nuestro pertinente desayuno al camarero que tiene un bigote a lo Íñigo, en estas que salgo a fuera a por el dinero de la merendola y sale el camarero diciéndome que si yo también quería bocadillo, en un tono cariñoso, casi paternal, vamos ese tono de "o te lo comes todo o no te levantas de la mesa, tu verás, yo no tengo prisa". Tanto me cautivo el tono que estuve a punto de pedirme un bocata.

Una vez todo listo, seguimos nuestro camino y pasito a pasito llegamos a la zona de aparcamiento a los pies de la Maroma.
Una vez montadas las burras tiramos para el monte, la cosa se pone tensa desde el primer momento, entre la inclinación, y lo que tira la mochila para atrás vamos haciendo el caballito, esto duraría poco, tocaba el momento de patear. 
Comenzamos el pateo justo donde termina la pista y comienza el senderito, y en unos minutos nos damos cuenta de que esto iba a ser un poco duro. A medida que vamos cogiendo cota la subida se vuelve más dura, y mi Croky cada vez quiere ir más tiempo a hombrillos.
Son las 13:00 horas, legamos al mirador del Valle del Temple y  nos ponemos como hora límite las 4:00 PM, ya que calculamos que habrá poca luz si nos excedemos en ese horario. Seguimos subiendo, las trazadas se van poniendo la mar de interesantes, y mi ano se va cerrando por segundo, voy pensando todo el rato en que esto solo se puede hacer andando, osu, que bien me lo voy a pasar bajando. Llegamos al Collado de Rojas donde tomamos aire admirando las Chorreras del Perro y del Águila, no hay mucho tiempo así que seguimos con el porteo.

El terreno cada vez es más escarpado y comienza a ventear de lo lindo, ya hay que tirar de chamarra y resguardarse como uno puede. Ya la altura es considerable y el bosque va dejando paso a los arbustos y vegetación más típica de la alta montaña. Llegamos a un punto que ya estamos hasta las narices de subir con la bici acuestas, decidimos hacer parada y hacer un picnic en una zona donde no pega mucho el viento, comemos en silencio, ya estamos peleados, ni nos hablamos, solo hubo un momento donde se planteo el abandono de hacer cumbre, pero tiramos de orgullo marmotero y dicidimos hacer cumbre.
Tras una hora desde el almuerzo conseguimos hacer cumbre a eso de las 4:02 PM, justitos de tiempo, fotografías de rigor y a vestirse de romano que hace un frio que pela, y que para eso hemos venido.


Comienza la bajada, hace tal viento que hay que apuntar bastante desviado para ir más o menos por donde tu quieres. Una vez solventada la primera parte de la bajada, en la cual había que bajarse bastantes veces, llegamos al punto donde habíamos acordado empezar a grabar. Las sensaciones que tengo no son nada buenas, joder, que frío que hace, y vaya jindama que tengo en lo alto. Comienza la bajada, mientras sea todo recto no hay problemo, pero en las curvas... Veo la primera como se tiene que trazar y ya me vengo abajo. Veo a Tullido clavando la rueda delantera y haciéndola a una rueda, con un precipicio bastante apañado al margen izquierdo, bien, tomo nota, llego, encaro la curva y... me bajo, las dentaduras salen un poco caras y no tengo ganas de perder los piños o algo peor.


Conforme van pasando los metros, me voy encontrando mejor, con más flow, solo las curvas a derechas se me atraviesan, me voy gustando, hasta que hay un momento en el que detecto un problema en mi M6 delantero, bueno espera, no es el M6, soy yo, que hay he petado y no hay manera de frenar, aquí es donde comienza el acumulado hasta que por fin llegamos nuevamente al Collado de Rojas, donde puedo soltar un poco las manitas. Increíble, pero he solventado este acumulado sin percances. Ya nos queda poco de bajada, y además es la más sencilla, así que me siento con confianza ahora si que estoy disfrutando, ya solo quedan un par de sitios que se que no los voy a sacar ni queriendo y la pista. Esta última parte es rapidisima y de las más divertidas de la bajada. Con esto se termina la bajada, total 4 horas y pico porteando y bajada en algo más de 1 hora.

En resumen, fue una jornada bastante dura, pero desde mi punto de vista es una experiencia totalmente recomendable.
Un consejo, si alguien está pensando hacer esta ruta, le recomiendo que vaya entre semana, y si es es en fin de semana que tenga mucho cuidado, ya que es una ruta muy frecuentada por senderistas (es más, es una de las mejores rutas de senderismo que he hecho),

Os dejo con las fotos de la jornada y con el vídeo resumen del día.




miércoles, 23 de octubre de 2013

Las crónicas de Paul Stephan: V Maratón de la Subbética, crónica de una muerte anunciada.

Después de haberlo pasado mal, y haberlo pasado bien casi a partes iguales en Cazorla (visto con perspectiva me lo pasé mejor que peor) tocaba un grande, el V Maratón de la Subbética, lo que es la etapa reina del tour a lo que al MTB se refiere, una prueba dura, rozando lo infernal, 72 km de puro sufrimiento, 72 km en lo que no existe un metro de descanso, 72 km en los que tienes que tener la cabeza bien amueblada para no hundirte en la miseria, en definitiva, 72 km en los que acumularemos un desnivel de 2800 m, señores, casi ná.

En estas tierras cuento con cierto bagaje, si bien es cierto que no muy bueno, 2 participaciones, un abandono, y un puesto finisher en 2012, pero con muchos problemas debido a los pinchazos etc, etc. Pues ahí estaba yo otra vez, a lo cabezón.
El día comenzaba temprano, había quedado con un debutante en estas tierras, Perico, para cargar la furgona de Tullido y Casconata, en la cual iríamos nosotros 4 más nuestra joven promesa Clara. El viaje transcurrió con enorme celeridad, se pasó muy rápido entre risas y chascarrillos de los habitantes del bus.
Una vez desayunados llegamos a Priego a recoger los dorsales, como siempre justitos de hora, y que pasa, chica hay liada con los dorsales, la virgen que lio, una cola pa'ca otra pa'ya, vamos un follón. Dejamos a Casconata y Clara en la cola, Perico, que es más inteligente que nosotros, le dejo los deberes a Culebra, el cual ya tenía su dorsal preparadito. Una vez abandonado a dos integrantes de la expedición en la cola volvemos a la fugo a montar todas las bicis. Montamos todas y aún no hay rastro de los dorsales, por lo que decidimos tirarle a la cola de los dorsales con todas las bicis y hacer relevo en la cola.
Tras un rato en la cola por fin tenemos el dorsal, saludos al resto de la tropa lomera, la virgen, hoy somos unos poco, llevaba mucho tiempo sin ver tanto azul en un maratón, pero la verdad es que la ocasión bien merece la pena.
Revisión de ultima hora, telemetría, OK, móvil para usarlo como baliza de emergencia, OK, drogas, OK, cámara OK... Me coloco con mi compañero endureta Perico, y vemos como el resto de gente se va volviendo loco cogiendo posiciones, nos miramos y pasamos del tema, aquí en lo último se va mejor. Con la salida ya queda claro to, salida en un cuestón de narices, con sirena incluida, me encanta.
Poquito a poco vamos Perico y yo cogiendo a gente y pasándolos, paseito por el pueblo y Perico va encorajinado porque no le va su telemetría, cogemos a Lucas, el cual ha salido primero pero va haciendo un demarraje a la inversa, seguimos hacia delante, y cogemos a Culebra y Animal, que al vernos aprietan como alma que se la lleva el diablo. Rodando rodando por pista llegamos a la primera bajada, Perico se pone delante y no veas como va el bicho, su KTM ni se menea va a cuchillo, yo voy a la zaga, el abre el camino y yo le hago de rémora, pasamos a Culebra y llegamos a un río en el que, como es habitual en mi, me mojo los dos pies. Comienza la pista, y esto ya no mola tanto, el terreno empieza a picar para arriba, en estas que nos pasa Culebra diciéndonos, estilo chulito prepotente, que ahora que le cojamos si podíamos, le arengamos a que corra, que en caso contrario nos lo vamos a fockalizar en la bajada del Albayate.
Poco a poco vamos ganando cota, y en un momento Perico decide que está hasta el nardo de mi persona y me dice que pasa de ir conmigo, que le vaya tirando que luego nos vemos y nos tomamos algo.
Con todo el pesar de mi corazón tiro hacia delante y dejo tirado a Perico, en estas que veo que voy cogiendo a gente y llego a un grupo en el que está Gui, los cojo, toca bajada, paso al grupo, Gui lee perfectamente la estrategia y tira conmigo, ahora ya estamos los dos solos, he dinamitado el grupo y he arrastrado a Gui conmigo, labor de equipo 100% cumplida.
Vamos charlando amigablemente hasta que la subida del Albayate ya nos deja sin poder hablar mucho, la leche que cuestas, menos mal que me lo conozco y voy tirando de psicología, veo a gente bajada del caballo por todos lados. Al final de la subida me pilla Gui, que le había cogido unos metrillos antes, y nos tiramos como posesos por una bajada de pista rapidisima y con mucho mama kaka, se corría tanto que desde mi punto de vista era más peligrosa que la bajada del Albayate. Esto es Priego, y no hay bajada sin que haya otra patá en el pecho a conticuación, y efectivamente, en esta bajada ponemos ritmo de compañeros y amigos y nos vamos llevando bien uno con el otro, sin tensar ni nada, que lo que importa es llegar al final. En la última bajada antes de afrontar el rampón de hormigón que corona el Albayate pierdo la cámara, me cago en la leche, menos mal que voy cansaete, si no le dan por el ass y me voy a lo pro, sin cámara ni nada. Gui que es un caballero me espera a que la coja y tiramos hacia arriba. Una vez coronamos, hace un frío del carajo, comemos un poco de naranja, isotónico radiactivo, agua y para abajo, le comento a Gui como es la bajada, baja su tija y se me pierde el tio, ¡la virgen como baja! Yo lo voy pasando nada más que regular con mi BH frígida, pero aún así voy montado y me hago toda la bajada a 0 pies y con una tentativa de tollina bastante importante, pero salvé el entuerto, lo malo de todo es que me siento petado como una rata, parece que en vez de bajar he estado subiendo un puerto durante 3 horas, que desagradecido es esto del MTB. 


Proseguimos con la bajada y cuando llegamos abajo del todo, ¡¡¡cha chan!!! Sorpresa, Gui me había comunicado que hasta el km 43 estaríamos tranquilos, pues... no se yo que tranquilidad es esta, estábamos en mitad de una pista en la que aparentemente no tenía mucha inclinación, pero no veas como se agarraba la muy HP, en todas estas se anida en mi cabeza la desgana, he iba pensando en mis cosas cuando... ¡zasca! patinazo y su correspondiente hostión, acabo de sentirme como la celebre manzana de Isaac Newton, he notado perfectamente como actuaba sobre mi la fuerza de la gravedad y he caído peloto, osu que talega más tonta y que daño me he hecho. Un compañero me ayuda y me limpia un poco el codo, que tiene más chinos que una "espuerta" de hormigón. Sigo hacia delante y ahora si que ya no tengo ganas de nada, miro el cuentakilómetros y llevo casi 3 horas para 30 km, y todavía me faltan cerca de 50, ni de coña paso 5 horas más en la bici. Sigo subiendo y veo que al final de la subida vamos a parar al mismo sitio por el que bajamos en un principio, y allí veo a Clara, le pregunto que que tal y me dice que se retira. Después de negociar un rato con ella, nos bajamos los dos por el sendero de subida dando ánimos y los demás compañeros, nos cruzamos a Perico, le avituallamos con todo lo que teníamos y seguimos. Poco a poco vamos bajando y vamos añadiendo gente a nuestro grupo de retirados. Final lo formamos Clara, Berna de Córdoba, Pepe de Lucena y servidora, ya solo nos quedaba un paseito hasta Priego de manera amigable charlando unos con otros y compartiendo sensaciones de la carrera.

Como conclusión, esta carrera hay que ir entrenado y mucho, como dije antes, creo que está a la par de la antigua Cortes 60 o peor. Por mi parte, Cazorla ya la terminé en bonus time y esa es Bamby comparado con el Maratón de las Sovieticas, por lo que a todo el que lea esto le recomiendo entrenar a conciencia si la quiere terminar dignamente, por lo demás es una prueba espectacular, y por mi parte el año que viene estaré allí otra vez para vez si vuelvo a equilibrar el balance de abandonos/concluidos, ahora mismo está en 3 participaciones, 2 abandonos, 1 finalización. El próximo 10 de noviembre estaré otra vez por estas tierras, pero en esta ocasión para patear, con los compañeros de UMAX Activa, en la Subida Vertical Pico Tiñosa.

PD: solo hay una foto porque no dio tiempo para más jejeje, el que sale en primer plano es mi gran amigo Perico.

jueves, 3 de octubre de 2013

Las crónicas de Paul Stephan: IV Maratón de Cazorla (Ojo, Campeonato de España).

Corría el mes de abril desde que rozara las mieles del triunfo con mi compañera Lolis en las 8 horas Minas Bike; 4 meses largos del último tonteo con la canija; 4 meses largos en los que no he hecho MTB de apretao.  Deje a la pobre chica en su  trastero, diciéndole que la llamaría, que no se preocupara que ya nos tomábamos un café al día siguiente, besito y despedida.
Pasaron los meses y saqué una entrada para una fiestecita que organizaban por Cazorla, y entonces me acordé de que tenía el teléfono de mi pequeña y la llamé. A ella por supuesto no le sentó muy bien tanto abandono, y me reprochó que le dije que la llamaría y nanai de la China, pero accedió a dar una vuelta conmigo.
Quedamos y todo fué tal y como me merecía, no debía de haber pasado de ella, se vengó y bien. Primera salida y se saldó con una petada infernal, teníamos Cazorla a 2 semanas vista y la cosa no estaba bien. Me cogí un calentón en menos de 20 km que me dejó baldao 2 días, así se prevee que bien bien no me lo voy a pasar, pero todavía quedan 2 semanas... y pasaron las 2 semanas, entre trabajo y pitos y flautas llego a Cazorla con todo el líbro por estudiar y el examen al día siguiente. No queda otra, hacer como hacía en mis tiempos de estudiante, relajarse y garabatear el examen y tirar de lo asimilado en clase para no dejarlo en blanco.
Pues llega el día de partir, salgo del trabajo y como es lógico, tengo todo sin preparar. Lo preparo todo a prisa y corriendo y me uno al resto de la expedición, compuesta por Tullido, Casconata, Jorge, Clara y Lolis. En este caso nuestra estrella en la categoría Elite Femenina nos hará labores de técnico de avituallamiento.

El viaje trancurre con rapidez, entre chascarrillos de uno y chascarrillos de otro, llegamos a las puertas de nuestro alojamiento, el Hotel San Julián, lugar en el que repetíamos estancia, hotel totalmente recomendable.
Reparto de habitaciones, Jorge y yo nos pedimos la habitación "Zorro".
Entramos en la habitación y vemos que hay una cuna, por lo que le hacemos una graceja a la señora, y nos pregunta que si estamos casados; ¡madre mía! Lo llego a saber y me callo la boca.
Nos dirigimos al salón-comedor y me pido un plato cortijero, si, si, de esos con su chorizo, morcilla y huevos, para hacer una digestión ligera, que si no luego no duermo.
Subimos a la habitación y encuentro a Jorge inquieto, se le ve nervioso, igualico que yo, tras menos de 10 min estoy sobando a placer, ahora, eso si, noto como Jorge se remueve en su cama como un saco de ratones.
Amanece, son las 7 AM, que coñazo madrugar para ir a dar pedales por la sierra. Chequeo las ganas de dar pedales, bien, vamos bien, 0 % de ganas, ni Campeonato de España ni mierdas, quiero hacer turismo. Bajo al comedor donde nos tomamos el desayuno y rápido para la furgo que hay que recoger dorsales.
Llegamos a la recogida de dorsales, y para mi sorpresa tengo el dorsal número 10, esto... esto es broma no? Pues no, era en serio, en el ambiente runner en el que me muevo ahora hay un dicho que dice que siempre hay que mejorar el número de dorsal... pos va a ser que no. Dorsal en la bici, en la espalda, todo preparado, hora de entrar a chiqueros. En una gran maniobra intento colocarme en el furgón de cola del pelotón, pero un juez me dice que "ande pollas voy", que me vaya al cajón 1, en ese momento me pongo blanco como la pared, cajón 1, con los PROS, ¡¡¡yo quiero irme al vagón de cola!!!
Pues me meto en el cajón, miro hacia atrás y solo veo a Masters 30 con ganas de pasarme por encima. Despedida de Lolis y ya visualizo lo que me viene encima. SALIDAAAA, en el metro 1 el de delante mía se pone nervioso y esta apunto de talegar, lo esquivo y comienzo una carrera alocada hacía la muerte, me siento como en San Fermín, Jorge me insta a seguir su rueda, pos va a ser que no. 
Después de 1 km y pico de agonía encuentro una curva lo suficientemente ancha para que me sirva de burladero, me pasa hasta el tato, y ahora comienzo mi carrera. 
Ritmo lentote pero continuo, mi objetivo, disfrutar de la carrera. Empiezo a ver lomeros, en un cuestón del 15 me pasa Cabrera y Culebra, un poco más adelante, le toca el turno a Pedro, un poquito más adelante me alcanza mi amigo Rafa de los Rolling Bikers, hablamos un poquillo y le digo que tire, que el esta fortísimo.
Ya estoy solo, el primer puerto se me hace bastante llevadero, disfruto bastante de el, en este también soy alcanzado y rebasado por Lolo de los Rolling Biker, saludo, y nos deseamos suerte, yo sigo a lo mio.
Comienza la primera bajada, la cual es bastante divertida, tampoco voy con el cuchillo, veo que la gente no traza muy allá y prefiero conservar los piños, tras esta bajada y una subida corta pero de platillo llegamos al AV2, allí estaba Lolis haciendo un trabajazo del 10, pero yo prefiero parar, me dice que acaba de pasar Pepe Matas, me avitualla y seguimos con la faena, toca el 2º puerto del día, el más pestoso.

Como bien me dijo Tullido días anteriores, el puerto en cuestión lo habíamos bajado en la edición del 2012, y sabíamos que había telita que cortar. Puerto muy duro, con unas inclinaciones de escándalo, pero por el momento voy montado; alcanzo a Rafa que lo veo arrastrando la bici, le pregunto que que le pasa y me comenta que está bastante jodido con la espalda, que lleva un desfibrilador colgando en la espalda que no hace otra cosa que soltarle descargas, le deseo suerte y sigo subiendo hasta la "Cuesta de la risa", el nombre le viene al pelo, vaya hartón de reír te metes en cuando la ves, subida de ir bajado desde abajo hasta arriba.

En todas estas, el gran Marce hacía una hora que me había pasado, lo vuelvo a coger y veo que estadebajo de un olivo, le pregunto que si está bien, y me dice que sí, que está descansando, este tío es mi ídolo, tiene las mejores respuestas para cada momento, y encima tiene un torno CNC, yo de mayor quiero ser Marce.
Coronado el 2º puerto, toca una bajada por pista hasta el AV3, me paro tomo isotónico y veo que Marce me pisa los talones, le hago un ataque bajando para ganar algo de tiempo, ya que se que es una locomotora y en la siguiente parte de la carrera me va a pillar fijo, pero intentaré retrasar todo lo que pueda ese momento para poder jugarnosla en la bajada. Me tiro a cuchillo por la pista, como lo bajada es facilona lo tengo que dar todo para sacar ventaja, recorto aquí, apuro allí y llega el falso llano, confío en que al menos le haya sacado una buena segundada para estar tranquilo. Pues no, no pasan ni 2 minutos en el falso llano cuando escucho "Esta es ya la última subida", en ese momento morí, Marce me ganó por KO psicológico, asiento con la cabeza, y como buen deportista insto a mi amigo a que lo de todo. A partir de aquí el recuerdo es difuso, lo que recuerdo es hablarle a las piedras, si, soy así, cuando peto hablo con todo cristo, campechano, simpático...


Llego al cruce de la última subida, la cual, por supuesto, voy a hacerla andando, me dice un muchacho de la organización que falta un kilómetro, este año no me pillas, ya se lo que hay por delante y son al menos 2 kilómetros. Aquí me pasa bastante gente, pero ya voy en modo "me la pela todo", así que me dedico a disfrutar del paisaje. 
Al fin corono, ya solo queda bajar, un bajadón de 10 km, me tiro a muerte, ya que me he tocado los huevos durante toda la carrera vamos a darle a tope en la bajada. Comienzo a pasar a gente, eso me motiva, estoy deseando de llegar a la parte de Valparaiso, lo veo, lo veo, mis escaleras. Las bajo, y bajo el pedregal que hay después entre los ánimos de los aficionados, pero... ¿ya está? Lo recordaba mucho mas largo. Solo queda entrar en Cazorla, la gente anima de una forma increible, tiro como un poseso y termino en 4 horas y 50 minutos.

Ahora vamos con las conclusiones, empezamos por lo negativo. No me ha gustado el llegar a esta prueba en tan pésimas condiciones. El recorrido era prácticamente 100% pista, si ningún sendero, pero la verdad es que lo puedo entender, lo que sí que no me ha gustado es el cuestón de subir a pata que metieron en el 2º puerto, eso si que no es necesario.
En cuanto a lo que más me gustó, volver al Hotel San Julián, te sientes como en casa. Otro punto a destacar es el ambientillo que se respiraba en el pueblo y el ánimo que daba la gente, y lo que mas me gustó es rescatar viejas sensaciones de cuando uno empezaba en este apasionante mundo del MTB, sin duda el vagón de cola es el sitio donde mejor te lo pasas y mejores compañeros de ruta encuentras.

Próxima cita, 5º Maratón de la Subbética, ¡¡¡ va a ser épico!!!




viernes, 2 de agosto de 2013

Dimitry por el mundo. Kedada Zona Zero 2013: Día 3 y reflexiones.


Hoy es el último día de la estancia en Ainsa, antes de irnos también haremos una rutilla, por lo que toca volver a madrugar. Hoy me siento extrañamente bien físicamente, supongo que se deberá a las viandas de la noche anterior y el digestivo posterior, no me duele nada, no me noto las piernas pesadas ni nada.
Al ataque!!! Son las 7:30 AM y nos disponemos a darnos un buen desayuno y a maquearnos y ponernos guapas para la última salida del periplo en Ainsa. Desde el inicio de la mañana se veía en todos los miembros de la expedición que era el último día, todos nos hacíamos los remolones como queriendo aprovechar el máximo del tiempo que nos quedaba.
Después de arreglar y recoger el equipaje para no perder mucho tiempo posteriormente, me reúno con todos los compañeros justo a la salida del albergue y comenzamos la ruta. Tras salir del pueblo enfilamos la subida del día. Discurría por una pista con bastante inclinación, de firme con poco agarre y piedras, que las convertía en una subida la mar de graciosa. Subida finiquitada, nos toca un senderito zigzagueante bañado de piedras de todos los tamaños, pero bien fijadas al suelo. Más bien parecían losas que daban el puntito interesante de "¿pasaré? ¿me quedaré enganchao? ¿patinará?" y esa serie de preguntas existenciales que uno se hace en el día a día.
Reunión de grupo, momentos para hacer las últimas fotos del viaje y de disfrutar de los increíbles paisajes. Una vez reagrupados, nos ponemos en marcha en lo que será la última bajada de la excursión. Hoy toca bajar por la Partara, una bajada realmente bonita, con mucho flou, aunque tenía sus momentos que picaban para arriba y que hacían que sudara un poco más de la cuenta con el sillín bajo. Comienzo la bajada con el primer susto. El acceso a la misma se hacía desde una pequeña meseta en la que había que atinar por el sitio correcto, ya que el sitio era estrechito, y solo había unos 10 cm para meter la rueda, justo después de pasar esto, te encuentras con una curva a izquierdas de unos 90º con una importante inclinación, pues el susto viene, que justo al iniciar la maniobra de salida veo que no voy a calar, y efectivamente no calo, por lo que me hago todo este primer tramo con un pie fuera del pedal y el sillín dándome en la boca del estomago y las gónadas de manera alterna. Por fin puedo calar y ahora me puedo dedicar a divertirme.
La bajada transcurre con normalidad, llego hasta la posición de Yarik, me deja pasar y me advierte de lo que viene después, una serie de curvas bastante cerradas en las que todavía no se ha secado el suelo y escurren bastante, este tío es todo un crack, gran biciclista y mejor persona. Sin duda alguna esta es la parte más divertida de la bajada con diferencia, o por lo menos a mi me lo parece. Una vez llegamos abajo, me comenta Perico que en esa zona se le ha atascado el autobús, y ha tenido que coger la barranquilla, poniendo la Nomad patas pa'rriba, gajes del endurer.
Tristemente se acaba el fin de semana de enduro del bueno que hemos pasado, solo nos queda empaquetar y volvernos a las tierras del calufato. Duchita, y procedemos a meter todo en mi pequeño Picachu. Una vez solventado el atasco que se había formado en la plazilla del albergue y todo y todos metidos en el coche enfilamos el morro hacía el sur. Desde el primer momento veo que no estoy yo en la mejor de las formas para conducir otras 10 horas (10 horas por lo menos), así que llegando a Zaragoza decidimos hacer un pit stop para el cambio de piloto, Kimi Raikkonen se pone al volante, bueno, Francis. Me paso al asiento de detrás para descansar un poco, no me voy a dormir, en coche soy incapaz de dormir, pero por lo menos descansaré algo.
Ufff pues parece que me he metido una cabezada, que raro, habrán sido 10 minutos, ¿donde estamos? Coño, esto es Madrid, pues se ve que he superado el trauma de dormir en el coche. Acto seguido, Perico, me prepara un avituallamiento a base de de bocata de morcilla, de tales dimensiones era el bocadillo que me sentó como una patada en los cataplines, os juro que es recordar la morcilla de las narices y me dan unos ardores enormes.
Después de un ratito, uyuyuy que poto, otro que saco la cabecita por la ventana, ahora me mareo, etcétera, hacemos otro pit stop en uno de mis sitios favoritos, Los Abades, no se que tendrán, pero me llama la atención como a una palomita las bombillas incandescentes. 
Entramos, voy directo al cuarto de baño y procedo a descomer la dichosa morcilla. Para dejar el aparato digestivo canelita en rama me tomo una tónica, no hay nada más digestivo que una tónica, y si está acompañada con ginebrita mejor, no por nada, por matar el sabor amargoso de la tónica, ojo, es el único combinado que me veréis tomar, pero si bebes no conduzcas, y si bebes hazlo con moderación, que hay gente que no se mide y acaba con la cabeza metida dentro de retretes agenos.
Cambio de piloto y ya sin novedades hasta Córdoba.




La verdad es que ha sido un viaje para recordar por siempre jamás, con mil y una anécdotas que contar, la única pega que tiene es que pilla un poco retirao, pero sin duda alguna merece la pena ir, los paisajes, las rutas, el ambiente compensa los 1000 km con creces.
Con lo que me quedo de este viaje son los 3 días de enduro pasados, pero sobre todo la compañía de todos, el haber conocido a cracks enormes, como Guti el malagueño y a Yarik, putos amos ciclisticamente hablando y una gente estupenda con la que pasar días de MTB. No me quería despedir de esta serie de crónicas sin mencionar a los Naranjitos, unos legionarios del pedal y por supuesto a todos los miembros que formamos la expedición B,  formada por Antonio "el canijo",  Robe y Chema "el bombero" en la unidad móvil número 1, y en especial a mis camaradas de viaje Perico y Francis, a lomos del Picachu Enterprise.

Con esto termina esta pequeña excursión, y estoy casi totalmente seguro que el año que viene volveré a dar guerra por estas tierras, e intentaré pasar al menos una semana para disfrutar a tope este entorno.



viernes, 26 de julio de 2013

Dimitry por el mundo. Kedada Zona Zero 2013: Día 2


El toque de diana lo da Álvaro Páter  a eso de las 7:30 de la mañana, ¡¡¡ayyyy que sueño tengo y que dolor de hombros!!! Parece que el porteo del día de ayer ha pasado factura. Todavía no tenemos claro si irnos con la expedición principal como auténticos leones, o hacer la rata camboyana y hacer otra rutita como "güevones".
Tras la creación de un grupo de wasa para someter a votación la asistencia o no a la ruta larga, se decide a asistir. Desayuno, vestimenta para la ocasión y a recoger la bici. Estoy molio, me duelen hasta los empastes, y eso que no tengo ninguno, tengo serias dudas de si voy a ser capaz de llegar al final de la ruta.
Ascendemos desde el albergue hasta el aparcamiento que está justo a la entrada del pueblo, desmontaje de bicicletas y pa dentro del Picasso. Nuestro vehículo ya está listo para el breve viaje, pero la furgo número 2 del Naranjitos Factory Team tienen problemas con la logística, el problema es hacerle caso a Raúl. Una vez solventado la intendencia nos reunimos los cuatro furgonetos en el parking inferior del pueblo.
Se da la salida, todos enfilamos hacia la Peña Montañesa.
Montaje de bicicletas, colocación de los aperos de labranza y hoy si que sí, comida!!! Solo han pasado 5 minutos y ya estamos subiendo, y subiendo de verdad, nada de mariconadas, subida de ir con todo "metio". En estos momentos es cuando doy gracias por haber comprado en su día el piñón de 36 dientes.
La primera parte de la ruta del 2º  día transcurría por senderos estrechos de increible belleza y frondosidad, nada a lo que estamos acostumbrados en el sur, bueno si, pero hay que buscarlos. Abandonamos el sendero y comenzamos un tramo por pista-carretera para llegar a los pies del puertaco gordo del día.

Al principio de lo que luego se convertiría en el infierno, hacemos reagrupamiento para avanzar todos juntos, cosa que solo duraría unos metros, ya que algunos están fuertes como el vinagre y no hay forma de poder seguir el ritmo, en estas, me echa el guante un grande del btt cordobés, Perico, entre risa y risa, vemos que lo más sensato es hacer un demarraje negativo, es decir, ir dejándose caer poquito a poco hacia atrás para hacer más llevadera la subida.
Después de más de una hora subiendo (a mi me parecieron como 4 o 5) con el plato pequeño y piñón grande al rojo, y medio sobre de azúcar, cortesía de Perico, llegamos al reagrupamiento intermedio, en el cual nos deleitamos con unas increibles vistas y con un buen bocata.
Se acabó el descanso, a seguir subiendo se ha dicho, mi fiel compañero de fatigas comenzamos la segunda ascensión, bueno, era la misma que la anterior, así que es mejor decir la segunda parte de la subida. En estos momentos llevamos ya el "celebro" licuao perdído, y nos entra complejo de zagales de 18 años o como yo lo llamo, síndrome del tronista de HMYV. Este extraño síndrome se puede identificar, por unas ganas irracionales de hacerse fotos hasta con un bordillo de la calle para engordar el número de fotos en su cuenta de tuenti, el segundo estadio del síndrome viene caracterizado por pantalones de pitillo de colores absurdos, camisas hiperajustadas y un despeinado a lo "gaditano en un día de levante gordo". Cuando una persona llega al estadio más severo del síndrome del tronista solo piensa en ponerse moreno y musculado, bueno musculado si eres hombre, si eres mujer solo piensas en ponerte tetas gordas.


Gracias al señor, Perico y yo identificamos la enfermedad a tiempo y nos quedamos solo en lo de las fotos, siendo la única damnificada la pobre tarjeta de memoria de mi cámara de fotos.
Después de fotografiar todo lo posible seguimos con la ruta, y nos enganchan el grupo Naranjitos, poquito a poco vamos subiendo, disfrutando como pocas veces lo he hecho de una subida, la compañía es vital. De repente y tras una curva comienza a llover, bueno, un momento, esto es más gordo que una lluvia, uff y hace daño... vale, tardamos en darnos cuenta pero estaba cayendo una buena granizada. Me pongo mis cascarones y seguimos hacia delante, y 100 metros más adelante, nieva, y un poco más adelante agua... es lo que tiene la alta montaña.

Por fin llegamos al final de la subida, al fin toca bajar!!! La bajada comenzaba por un sendero espectacular, un una buena caída a la derecha, de hecho Francis quiso tomar lecciones de parapente e intento despegar precipicio abajo, era una mezcla de sendero rápido y técnico, aunque también tenía alguna que otra subida que cortaba el ritmo. Tras algunos problemas mecánicos, en los cuales nos paramos en todos Guti el malagueño y servidora, es que la cabra tira para el monte, y veo un fallo y entro en modo trabajo. Al final nos quedamos Guti y yo en tierra de nadie bajando poco a poco, y aquí es donde viene la gran gilipollez del día. A unos 100 metros se atisba una roca de grandes dimensiones, y el Spectrum que tengo por cerebro comienza la evaluación de la situación, lo salto, me bajo, lo salto, me bajo... Pues nada, llega la roca y ni la salto ni me bajo, solo topo con ella, y me caigo en el cauce de un riachuelo. Cuando me levanto, miro a Guti y tiene cara de "tio, eres gilipollas o que te ha pasao", efectivamente y si, soy gilipollas.
Reagrupamiento en Oncins, un poco de descanso, y es que no nos pueden dejar pensar, se empieza a fraguar la cena, Perico, Antonio, Francis, Robe, Chema y yo nos ponemos de acuerdo para meternos un menú en condiciones, con sus dos platos, postre y vino por doquier, ya estoy deseando de cenar.
Emprendemos de nuevo la ruta, hacia los "Batlan". Tras una corta subida damos a una bajada hiperdivertida, plagada de piedras bien asentadas en el camino y de dimensiones de televisor de tubo de 42". Reagrupamiento al final de la misma y... oh oh, a Paco se le ha pasao la mochila en Oncins, el tio nos dice que no nos preocupemos, que en un rato está de vuelta, y empieza a subir como alma que se la lleva el diablo, solo puedo pensar que si fuera mi mochila, lo mismo se quedaba allí o me tienen que esperar así como que 5 horas.
Tras pasar unos 30 minutos, se ve aparecer la figura de Paco en la lejanía, lo primero que pienso es que va como una maldita locomotora, lo poco que ha tardado el tío. Reagrupamiento y comienza la tercera bajada, esta transcurría por un sendero con un grip impresionante y nadie mejor que Alvaríto lo hubiera podido definir, puro flow. Iba siguiendo a Robe "entacao" hasta que vi que se subía por un wallride un pelín alto y me acongoge una chispa, vamos que entre como una piedra en lo alto de una bici, por lo que entre, reboté y salí, me lo pasé como un enano, ahora toca subir al Pueyo de Araguas, otro reagrupamiento y a disfrutar, llegamos a los "Batlan". Esta zona es increible, es una especie de pumptrack gigante, se puede saltar o ir realmente rápido, simplemente espectacular. Al terminar la bajada, el grueso del grupo decide remontar y darle una segunda pasada, los otros decidimos amotinarnos y huir como ratas, empieza a llover y no hay más ganas de mojarse.
Una vez a salvo, ducha, emperifolle y a tomar la cena, unos de los mejores momentos del día. De primero un increíble revuelto de la zona, y de segundo un churrasco de ternera digno de estrella Michelín, todo ello adornado con 4 botellas de vino de la casa, postre y un licor o bebida espirituosa que no me acuerdo muy bien de lo que era. Gran servicio y gran comida en L'Abrevadero.
Ya solo queda tomarse una copita y a la cama.

En resumen, ha sido un gran día, no me arrepiento de al final haber cedido en mi oposición a realizar la ruta, día de puro enduro, acompañado de grandes personas, así es fácil pasárselo bien, en cuanto al nivel de forma física, me parecía increíble que después de haber muerto ayer y pensar que no iba a poder moverme me haya metido un rutón de estas dimensiones. Ya solo queda una ruta, mañana tendremos que volver a nuestro secarral.

martes, 4 de junio de 2013

Dimitri por el mundo. Kedada Zona Zero 2013: Día 1


Tras una noche un poco bastante movida, entre uno que no se acuesta, otro roncando, otro con el cachondeo dándome con la almohada, servidora gritando... Este extremo no está confirmado, Guti lanzó la acusación sobre mi que grité "Noooooooo!!! Maricón!" Esto puede llegar a interpretarse de multitud de maneras, y seguramente ninguna buena.

Toque de diana y a desayunar, a continuación nos pertrechamos con todo el equipamiento. El día se ha levantado nublado y amenaza lluvia inminente, en el camel hay que meterlo todo todito todo, que si wintex, chubasquero, rodilleras, etc, etc. Resultado, un mule que parece un extintor, o en mi caso, como es naranjita, una bombona de butano. Para colmo, llegan Perico y Chema con el pan para el bocata, me da a mi que no me cabe, no tengo ni un mm^3 de capacidad libre. Volvemos a abrir el camel, y a falta de "flim" de liar la comida, siempre es bueno un wintex. Ahora si que si, ya está todo, toca sacar la bici del sótano, tarea que parece que no pero tiene su miga.
Una vez todos listos tiramos para la plaza del pueblo donde nos espera un desayuno cortesía de la organización. Ya empieza a hacer frío si se está quieto, así que comenzamos la ruta.
Bajamos por el pueblo a través de una serie de escaleras con muy mala leche para hacerlas con la tija arriba. Como soy pobre, no tengo tija pija, solo tengo tija choni, así que tengo que hacer los ajustes necesarios antes de iniciar la bajada, nota mental, mañana bajar la tija en el pueblo.
Tras el reagrupamiento enfilamos la ruta hacia el Morcat, donde nos espera un fabuloso avituallamiento. Empezamos la subida por carretera, para abandonarla al cabo de unos 4 km y comenzar a subir por un sendero técnico muy divertido. Después de unos kilómetros de sendero ocurre el primer percance, el cambio de Álvaro Páter dice basta, teniéndolo que apañar con un cambio de 9V de carretera, por lo que se le quedaba un poco corto para llegar a ciertas coronas necesarias para sobrevivir en este bendito infierno.
Una vez solventada la avería continuamos nuestro camino y llegamos a una bajada bastante divertida en el final de la cual se empezaba a atisbar lo que se nos venía encima.


Llegamos a un leve llano en el que de repente la bici deja de andar, toda atorada de barro. Toca tirar de la técnica del palito y alfarería de la buena. En estas que Jesús ktm parte la cadena, unos reparan mientras otros se afanan por dejar libre el paso de rueda de sus monturas. Estamos en este breve descanso cuando llegan unos compañeros de Kedada y nos dicen que pasan de subir, que eso es imposible de subir, que hay barro por todos lado. Los compañeros tiene mucho arte con la alfarería y nos deleitan con retratos y creaciones fálicas de las más variopintas formas y dimensiones, si es que no puede ser, es sabido por todos que los hombres jamás alcanzamos más allá de los 16 años mentales, ¡y gracias a dios!
Tras varios minutos del camello tira pa'lante, el camello tira pa'trás, decidimos tirar para delante, por lo visto son solo 300 m de porteo, lo demás está ciclable... ¡¡¡los COJONES!!! Raúl dice que para barro los ceniceros y que nos abandona.
En estas lides comienza nuestro propio vía crucis. La bici era impensable dejarla rodar, a poco que se ponía en el suelo se montaba una bola de barro increible, y portearla se hacía cuanto menos doloroso. Mi jaco, que anda sobre los 18 kg, ya molesta portearlo en vacío, con 10 kg de barro es un infierno.
Poco a poco llegamos a los 300 m y... maldición, no se acaba el porteo, de 300 m pasamos ha hacer 3 km con la burra acuestas, pero íbamos a llegar al Morcat cueste lo que cueste. Ya no sabemos como ponernos la bici, no sabes si es mejor llevarla "en brazos" o "Jesús Cristo style". Poco a poco me voy quedando sin fuerzas, y de repente veo que Nacho ha roto el cambio; me paro a echarle una mano, no por ayudar, sino por descansar. 
Arreglado el desaguisado seguimos con nuestra vía dolorosa, yo solo hecho en falta un romano dándonos de latigazos en la espalda. Alcanzo a Perico, le grito a voz viva ¡¡¡ÉPICO!!! Si, si, épico, pero ya empieza a molestar. Coronamos la subida y llegamos al Morcat, un precioso pueblo abandonado, increible. Avituallamiento en abundancia y limpieza de bicicleta para afrontar la bajada al Coño del Mundo. A mi todavía no me riega el "celebro" y en un acto grandioso, les pongo la carpa del avituallamiento a los compañeros de la organización con un proyectado de barro la mar de mono, lo siento compañeros, no estaba en condiciones de razonar.
Fotito de rigor para los 50 valientes que hemos coronado este infierno y hacia abajo. La bajada es muy divertida, se suceden piedrecita mojada, con tramos de bastante desnivel y curveo fino, veo que me va gustando el concepto. Llegamos a la reunión para bajar al Coño del Mundo, y en el momento descabalgue me meto una talega fina, como siempre, yo soy así, puedo hacer lo peor del mundo montado en la bici, pero me voy a bajar y meto una talega para estar lesionado 3 meses. Con la tontada me he hecho daño en una muñeca, pero soy ruso, y esto no me va a amilanar... ¡¡¡mamaaaaa!!!
Bajamos a ver el Coño del Mundo, que es un fantástico salto de agua o cascada, simplemente increible. Fotos de grupo y de nuevo hacia arriba para coger el burraco. A  partir de aquí mis recuerdos están cada vez más difusos (espero recordar sitios y bajadas con las fantásticas crónicas de Alvarito), intuia la petada, bajadita por aquí, empujin por allí, más bajada, mucho empujin... En estas que estoy tieso y escucho a mi fiel compañero Perico llamándome, me cago en to ¡¡¡este tio me acaba de dar la vida!!! Decidimos "pinchar" y bajar a nuestro ritmo, osease, haciendo croquetas, yo me salvo, pero en este punto Perico las amasa a dos manos, la verdad es que el terreno estaba tierno, y los "Javi Yuisi" que lleva por frenos no ayudan.
Llegamos al reagrupamiento pensando que eramos los últimos, y no, otro grupeto se había perdido y estaban por detrás. No dicen que van a subir hacia Guaso para bajar yonoseque bajada. Llegados a este punto, Perico y servidor decidimos amotinarnos y huir como ratas por la carretera que une Boltaña y Ainsa.


En nuestra huida nos topamos con una gasolinera con lavadero a presión, hacemos pit stop, y de damos duro al barro a apenas 0.5 cm de distancia de las partes móviles. Antes de lavarlas, el señor de la gasolinera, nos instó de una manera muy amable a cambiarnos de lavadero ("¡Ponerse en el otro, que este lo acabo de limpiar y me lo vais a dejar hecho una mierda"), ante tanta amabilidad no nos quedó otra que cambiarnos de lavadero y dejarnos 4 lerus en lavar 2 tristes bicicletas, ni mierda que tenían las condenadas.

Tras el lavado decidimos hacer picnic mientras se secan algo las monturas, e ingerimos unos ricos bocadillos, el mio sazonado con un poco de suavizante Flor, riquiiiisimo.
Una vez recuperados, duchados y comidos llega la noticia de que mañana nos vamos a pegar un rutón de escandalo, que lo mismo nieva, que mucho frio... Yo la verdad es que estoy molío de la ruta de hoy, no quiero ni pensar como voy a estar mañana, así que vemos si podemos hacer un plan B y hacer una ruta un poco más light, Bajopeñas (según Robe, Peñasbajas) o algo así. Mañana se verá...

Os dejo con este vídeo, por eso, porque somos masocas.





sábado, 25 de mayo de 2013

Dimitri por el mundo Kedada Zona Zero 2013: El viaje.

Todo comenzó un día en el que escuché hablar de la Kedada Zona Cero, me gustó el concepto de pasar varios días en el Paraiso, quiero decir, en el Pirineo, así que ya lo tenía decidido, este año de excursión a Ainsa, ahora solo faltaba engañar a gente para que me acompañe en mi aventurilla.
Hablando y hablando conseguimos formar un grupillo de 6 al que nos uniriamos al grupo principal de Naranjitos Factory Team. En la unidad móvil número dos teníamos al volante a Dimitri, copilotado por Perico y Francis.

Tras semanas de espera llega el día D, quedo con Perico a las 8 (8:20 en mi reloj interno), empaquetamos todo y vemos que va a ser un autentico Tetris guardarlo todo. Coche empaquetado, nivel 2 superado. Enfilamos rumbo hacía Truijillo, con la enorme ayuda de Sonia, nuestro amado GPS. El viaje transcurría con total normalidad hasta que Sonia decide ponerle un puntito de emoción a la cosa y nos hace dar un rodeo de más o menos 100 km, con razón decíamos que Trujillo estaba lejos. Lo único que se salvó de este error es que el desayuno que nos metimos fue espectacular, una buena tostada con tomate y jamón del bueno bueno.
Tras 4 horas y pico de viaje llegamos a casa Francis, el cual está preparado porque en una maniobra de estrategia pura, le dijimos que ya estábamos llegando a Trujillo cuando aún nos faltaba unos nada despreciables 125 km. Ahora es cuando comienza en nivel 3 de Tetris. Sacamos todo con excepción de las bicis del para poder meter el equipaje de Francis, una camel por aquí, un casco por allí, que si esto no cierra... por mis huevos que cierra, y efectivamente cerró.
Ya lo tenemos hecho, no nos queda na de na, ya hemos hecho lo peor del viaje, solo nos quedan 650 km y atravesar la temida Madríd. Una vez llegamos a Madríd nuestros temores se confirman, hay atasco, así que filosofía. Menos mal que en buena compañía el tiempo se pasa más rápido. Atravesamos Madrid y decidimos comer de mantel en Guadalajara.
Comidita rápida y otra vez al huevo de viaje. Poquito a poco nos acercamos a nuestro destino, ya pasamos de Sonia, que nos intenta convencer con psicología de mujer, haciendo creer que nosotros llevamos razón, pero a poco que nos descuidamos ¡¡¡ZASCA!!! nos vuelve a llevar por la ruta que a ella le interesa. Por fin llegamos a Ainsa, ¡¡¡bien!!! Dejo a Perico en su hostal, yo me estoy meando a cuerno salgo a mear y cuando vuelvo... otro ¡¡¡ZASCA!!! recectón de ilustrisimo cuerpo benemérito que me llevo para Córdoba, el viajecito ha ido bien, resumiendo, 100 km de más por las carreteras secundarias de extremadura, atasco en Madríd de 30 min quietecitos, una lluvia incesante que nos acompañó a lo largo de todo el viaje (creo que escampó solo en 5 minutos de 13 horas de viaje) y como colofón recetaca de la GC.
Descargamos el material, nos calamos hasta los huesos, y una vez instalados vamos al pabellón deportivo para recoger nuestros regalitos. Ya para rematar el día bajo la ventanilla de mi Calfroneta y luego... pues me dice que me suba yo que ella si eso pasa del tema. Mejor será que me acueste porque como siga despierto lo mismo me cae un relámpago en lo alto.
Llegamos de nuevo al albergue para comer algo y sobar a pierna suelta, en un truco de magia que ya quisiera el Dynamo ese, Raúl hace que 3 empanadas se transformen en 1 sola, increible!!! Bocadillo de ternasco recomendado por Álvaro Páter y tirando para dormir que ya es hora. Mañana toca un día de enduro del bueno...



lunes, 29 de abril de 2013

Paul Stephan en una carrera de resistencia.

Pues esto comienza como todas las tontás a las que me apunto, yo que ya he dejado el ciclismo en activo para pasarme a la parte mecánica y al management....
Todo se resume de la siguiente forma:
- Tullido: ¿Has visto lo que ha puesto Mati en el foro? Lo de las 8 horas en Linares...
- Paul Stephan/Dimitry: Mmmmmmmmm, no ¿por qué?
- Tullido: Casconata y yo vamos a ir.
- P&S: Mmmmmmm... Paso.

Ya lo había pasado suficientemente mal en las 12h de las Güil Guol Series en Gilena para
volver a realizar esa gilipollez, los años te merman el físico, pero la mente te la pone fina, y se ve que aprendes de los errores. Yo no soy de esos, pasan los años y el físico va pa'trás, pero la mente... vamos que no aprende, como diría Nuestro Santo Padre (lo tengo en todas mis oraciones) "me muerto y no te educo" ¿Y por qué no aprendo? Muy sencillo, a los días recibo un wasa de Lolis, diciéndome que si la voy a dejar tirá en el fregao, tiro de excusa económica y me contesta que eso está to hablao, que me contrata. Me cago en to, a tomar por saco mi retiro espiritual de meses y meses de procrastinación extrema, tengo algo así como un mes para tocar la bici, cosa que por supuesto no hago, confiando en el poso que me ha dejado el ver a los corredores de la ABR.
Llega el día D, frío que te cagas la perra, y llovizna fina, son las 6:30 AM y se me cruza por la mente lo agustito que estaría con mi Carlos Duti to el día en mi habitación modo osera ON. Pues va a ser que no, me recogen a las 7 de la mañana con mi equipaje, y pertrechado con 2 kg de pechuga de pollo empanada que la mama preparó el día de antes. Entro en la furgona,  saludo al equipo, al cual se añade hoy Mati como asistente/manager, y comienza mi preparación psicológica a base de Rammstein para entrar en modo flow.
Estamos en el Complejo Deportivo la Garza, recogemos dorsales y procedemos a montar el campamento "purfavuuuur dame un leuro". El levantamiento de la carpa es un espectáculo digno de presenciar, Casconata, en su labor delineante, tocándose los genitales, Mati y servidor liados con los "palos" de la estructura y de repente.... "Oye, falta un 4". Hay que improvisar un travesaño para montar la carpa. Mati, coge la gavilla más gorda que encuentra y con dos bridas eso está apañao, y de repente.... "Aquí está el 4". 
Todo listo, tiramos para el brifin, la jefa me comenta que salgo yo primero, relevos a dos vueltas.
Una vez encajonaos proceden a recitar la lista de inscritos, y llega nuestro turno "Dorsal 114, Loli Almorón y Paul Stephan D'Andrea" Pues ya está, otro apodo para mi larga lista, si es que no puede ser, los busco.
Salida, to cristo a cuerno, a este ritmo no aguanto yo ni 2 km. En un gesto de inteligencia he decidido dejar el pulsómetro en mi casa, debo de tener la patata a mil por hora.
Primera subida a ritmo, sigue un llaneo en el que pega bastante el airecito, bajada, aquí pillo a gente, se ve que voy teniendo al misma manía que el Tullido, lo de frenar está mal visto. Otro llanito, y en una curva, en la cual había más arena que en la Carihuela, me salta la transmisión y zasca, rodillazo al bloqueo de la horquilla,  lo que faltaba, mi rodilla maltrecha de una tendiditis y ahora con golpe incluido. Enfilo para la segunda subida, tras parecer que coronaba, ERROOOOOR, quedaba lo peor, vaya patá en el pecho que había, bajada y hasta meta, comienza la segunda vuelta, ya me conozco el circuito, y para mi lo peor es la primera subida, me relajo un poquete en esta vuelta y cedo 3 minutillos con respecto a la primera, pero sorprendentemente me encuentro bien. Llego y le doy el relevo a Lolis.

Una vez en el descanso, Mati me apaña la bici como un poco y me acomodo en el césped. Es increible lo pronto que pasa una hora y media cuando no quieres volver a subirte al potro de tortura. Me voy a la zona de boxes para ir calentando la rodilla que me molesta un poco, y aquí viene la Lolis como una locomotora, le digo que si a 1 o 2 vueltas, me dice que a 2, uffff.
Desde el segundo 1 veo que no voy a ir ni de lejos como he ido antes, la primera vuelta la hago más o menos, en unos 49 minutos, conforme se acercaba la meta solo pensaba "que esté Loli para darme el relevo, que esté Loli para darme el relevo..." y efectivamente no estaba. Me dice que tire a muerte, pero no se da cuenta que ya estoy muerto. Esta vuelta se hace un calvario, me ha bajao un poco el físico, pero la cabeza se me ha desconectado. Tardo así como que una hora y algo en dar una vuelta, he explotado como el Corolla de Carlos Sainz. 
Llego a meta y le digo que voy a estar por si quiere dar el relevo a 1 vuelta, vaya a ser que le pase como a mi. Me voy para la carpa y me "jincho" de comer pechuga de pollo y tortilla, comentamos Tullido y yo que si se entra antes de las 7 horas y 30 minutos se podía dar una vulta, aunque terminaras fuera de las 8 horas, así nos lo habían explicado. Tomo un Antonia y me voy para la zona del relevo, viene Lolis y pasa de dar el relevo, la virgen, ha pasado como el AVE, menos mal, tengo 50 min más de descanso.
Se acerca Lolis, es mi hora, tengo que hacer la vuelta en menos de 50 minutos para que Loli termine la faena, me da el relevo y salgo a todo lo que doy, estaré petao, pero son 15 km y los voy a hacer a fuego para entrar antes de las 7 h y 30 min. Encaro el primer puerto al ritmo de Haifish de Rammstein, llaneo a todo lo que me dan mis piernas, bajo a tumba abierta. Cuando abandonábamos la pista para  incorporarnos a un sendero había una curva de 180º la mar de salá, tiro de artisteo lomero, y decido hacerla a lo Pentty Airikkala, cruzo el borrico y la doy gustándome. Segunda subida, tiro de Antonia, vuelvo a poner mis disco y a cuerno hasta arriba, bajadita y ya solo sabía que me quedaba nada para terminar, entro en el el complejo, recta de meta, entro en 7 horas y 25 minutos ¡¡¡¡¡Lo conseguí!!!! Pero... me dice el juez que me peine, que no se puede dar otra vuelta, que la vuelta tiene que entrar dentro de las 8 horas, le explico que así no nos lo habían explicado antes, me vuelve a sacar el peine y me vuelo a la carpa medio satisfecho, medio indignado. Una vez en la carpa me empiezo a mosquear conmigo mismo por el petardazo que he pegado en la 4ª vuelta, si no fuera sido por eso hubiésemos dado una vuelta más, cosa que no serviría de nada, pero nos fuésemos quedado más satisfechos.
Al final segundos en sandwich mixtos, y la única vez en mi vida que tocaré el podio.



Y como se que no aprendo, habiendo pasado solo 1 día de descanso, prometo que el año que viene volveré a dar guerra, y esta vez entrena y listo para darlo todo y no gordo como un oso antes de sobar todo el invierno, ya sea en mixtos, parejas masculinas o en individual. Volveré como un TIBURÓN.