domingo, 26 de abril de 2015

Las Crónicas de Paul Stephan- Paul Stephan en la Andalucía Bike Race (Parte 3)


Tras dos etapas, llegábamos al ecuador de la prueba, la etapa más dura de las seis, pero si superamos esta dura prueba, la balanza se empezaría a inclinar de nuestro lado, así que una vez terminemos esta etapa, lo tenemos ya en el bolsillo, al menos mentalmente.
Tras pasarlo bastante mal en el día de ayer, hoy no me iba a pasar lo mismo, así que ayer por la noche tiré de Paint y saqué un perfil la mar de mono, ya no me tima ni dios. A lo que temo de hoy es a la primera bajada, ayer el Team II estuvo visualizando videos de la misma, y por allí se desparramaba todo dios, y eso que era en seco, así que tendremos que tener cuidadito.
Por tercer día consecutivo, nos metemos en el cajón, por segundo día consecutivo nos toca el séptimo cajón. Hoy tenemos una mala noticia, Marce no ha recuperado bien de la segunda etapa y se ve forzado a abandonar, así que nos quedamos sin un equipo, maldita sea, esto no mola, pero vamos, que Marce es más grande que la el puerto de Rotterdam, así que seguro que pronto lo vemos probando suerte otra vez en esta prueba, esa espinita tiene que salir.
Salimos, y hoy, milagro, la gente se ve que está ternita, yo no soy menos que los demás, y se ve que el ritmo de hoy es más de supervivencia que de "ir a ganar". Nuestro pelotón lo tenemos claro, nos vamos con nuestros amigos de Gran Canaria, dos chicos supermajos, con los cuales compartimos bastante recorrido (solo recuerdo el nombre de Deniz), y nuestros paisanos cordobeses de Ciclos Álvarez, que me comentan que ayer llamaron a Decathlon y se enteraron de que allí trabajaba yo, y que si le podía hacer de servicio técnico mañana, por supuesto que sí, para eso estamos, y entre una cosa y otra vamos charlando, sobre nuestros senderos favoritos, los compis gran canarios nos comentan como son sus recorridos, en fin, esto es lo que más mola de la Andalucía Bike Race, el espíritu de camaradería que existe.

El recorrido de la etapa, en principio es el mismo, solo que en vez de subir al Jabalcuz por la pista, esta vez lo hacemos por el sendero de "El Pincho", la verdad es que es mucho mejor. De nuevo hacemos el carril bici, el muro, y nos adentramos en la pista, pero nos incorporamos al sendero. Este recorrido es espectacular, unas vistas increibles, tan impresionantes son que se te olvida lo duro que es subir por aquí, pero merece la pena. Poco a poco vamos cogiendo cota, disfrutando del paisaje, y pedalada a pedalada nos plantamos arriba, nos avituallamos y comenzamos con el descenso.
Esta era la bajada chunga del día, y tan chunga. Empiezo a ver gente que se baja de la bici, a lo que yo respondo creciéndome, y en una de esas, se me va de delante y salgo catapultado de mi preciosa Rafaé, con la fortuna de que caigo de pie y salgo por patas. Justo en ese momento veo que me adelanta Culebra patinete mode on, es decir, con una pataki fuera del pedal, con más miedo que once viejas, la bajada la verdad es que se las trae. Tiene multitud piedras, que al haber pasado 500 tios por lo alto, las han dejado bonicas de barro, y aquello escurre como el jabón. 
Me vuelvo a montar en mi bicicleta y tiro para abajo, no hay manera, Culeba y su patinete me sacan de punto, y no consigo alcanzarlo hasta una zona rápida que termina en una rampa con una inclinación demencial, por supuesto para abajo ¿quién dijo miedo?
Ya hemos pasado uno de los escollos del día, ahora vamos haciendo camino hasta el segundo. En esta parte vamos hablando con Isabel, de Superprestigio, y su compañero.
Vamos juntos hasta que llegamos a una zona de bajada bastante chula, con multitud de zetas. Después de esto paramos en el avituallamiento, cosa rápida, saludo a Maurici y seguimos, vamos comiéndonos los metros hasta que de repente llegamos a una calle de un pueblo, el cual no recuerdo su nombre, que está empinanada a más no poder, mama mía que miedo. Una vez termina la calle, la cosa no mejora, nos metemos en un sendero de olivar que está aún más empinado y así un tiempecito, hasta que comenzamos a bajar por otra bajada bastante chula. Una vez terminado este tramo comienza el segundo coco del día, un puerto bastante largo, pero de pista, no se si se hace más llevadero o más pestoso.  Metro a metro me voy deshaciendo como un azucarillo, y el puto puerto se me está haciendo eterno, y parece que no va a terminar nunca, ojú, que coñazo.
Al terminar el puerto está el último avituallamiento del día, parada y bajar a tumba abierta por pista. En esta pista se nos engancha una pareja, y no había manera de soltarlos, y cuando volvemos al carril bici... PETADO, Culebra me ve el jeto, y me chuta un gelete, que se ve que estaba caducado o algo, porque eso hace un efecto en mi mortífero, me lio a tirar como un becerro, ahora si que se descuelga la otra pareja, y Culebra también, por lo que me freno un poco y recibo un reprimenda de mi compi, perdón, me la merezco. 
Al final entramos en meta con un tiempo de 5:53:28 terminamos la tercera etapa, pasando mañana ya lo tenemos en el bolsillo.